La búsqueda de ganancias por parte de los grandes supermercados empuja a los criadores de camarones a la explotación, revela una investigación

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Written on Sep 30, 2024
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  • Western supermarkets, including Target, Walmart, and Tesco, linked to facilities with abusive conditions.
  • In India, child labour discovered in shrimp industry including 14-year old girls employed to peel shrimps.
  • Experts suggest western governments could take more aggressive steps to hold retailers accountable.

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La búsqueda de ganancias inesperadas por parte de los grandes supermercados occidentales a costa de los bajos precios mayoristas está provocando una explotación laboral generalizada en las industrias de acuicultura de camarón de Vietnam, Indonesia y la India, según ha descubierto una nueva investigación publicada por AP.

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La investigación realizada por una alianza de organizaciones no gubernamentales (ONG) y los hallazgos proporcionados a la publicación se centraron en los tres países que se encuentran entre los mayores productores de camarón.

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El análisis revela que los productores que abastecen de camarón a los principales mercados mundiales (Estados Unidos, la Unión Europea, el Reino Unido y Japón) han visto caer sus ganancias hasta un 60% respecto de los niveles previos a la pandemia.

La necesidad de satisfacer las demandas de precios de los supermercados ha obligado a los productores a reducir costos, principalmente en mano de obra, lo que resulta en horas extras no pagadas, inseguridad salarial y trabajo que no cumple con los estándares de salario mínimo.

Un informe describe un panorama sombrío de los trabajadores del camarón

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Se realizaron más de 500 entrevistas con trabajadores camaroneros, complementadas con datos de fuentes secundarias, para pintar un panorama crudo de las realidades que enfrentan los trabajadores en estos países.

En Vietnam, el informe destaca que los trabajadores pelan y procesan camarones durante seis o siete días a la semana en condiciones de congelación para preservar la calidad del producto.

Las mujeres, que representan aproximadamente el 80% de la fuerza laboral, se ven particularmente afectadas. Muchas de ellas trabajan muchas horas, levantándose a las 4 de la mañana y regresando a casa después de las 6 de la tarde.

A las mujeres embarazadas y a las madres primerizas se les permite parar una hora antes, pero las condiciones siguen siendo extenuantes.

En la India, los trabajadores del camarón enfrentan condiciones aún más peligrosas.

Investigadores del Laboratorio de Responsabilidad Corporativa descubrieron que el uso de agua altamente salina, combinado con productos químicos y algas tóxicas de los criaderos, contamina el medio ambiente circundante.

También se descubrió trabajo infantil en algunas zonas: niñas de hasta 14 años eran reclutadas para pelar camarones.

El trabajo no remunerado está muy extendido y muchos trabajadores reciben salarios inferiores al mínimo, sufren deducciones salariales y trabajan horas extras sin compensación.

Indonesia presenta una situación similar, con salarios que han caído drásticamente desde la pandemia de COVID-19.

Los trabajadores del camarón, que suelen ganar 160 dólares al mes (por debajo del salario mínimo del país en la mayoría de las regiones), a menudo deben trabajar jornadas de 12 horas sólo para cumplir con los objetivos básicos de producción.

¿Cómo respondieron los supermercados a la investigación?

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Algunas de las cadenas de supermercados más grandes del mundo han sido vinculadas a las instalaciones destacadas en el informe, incluidos los gigantes minoristas estadounidenses Target, Walmart y Costco, así como Sainsbury’s, Tesco, Aldi y Co-op en Europa.

Mientras que Co-op de Suiza afirmó que mantiene una política de “tolerancia cero” ante las violaciones laborales, afirmando que a sus productores se les pagan precios justos, otros supermercados emitieron respuestas más cautelosas.

La cadena alemana Aldi destacó los esquemas de certificación independientes utilizados para garantizar el abastecimiento responsable de camarones de cultivo, pero no abordó específicamente las prácticas de fijación de precios.

Sainsbury’s cedió ante el British Retail Consortium, un grupo industrial, que reafirmó el compromiso de sus miembros con los precios justos y el abastecimiento ético.

El consorcio señaló que el bienestar de los trabajadores en las cadenas de suministro globales es fundamental para las prácticas de compra.

Sin embargo, la Asociación Vietnamita de Exportadores y Productores de Mariscos refutó firmemente los hallazgos, calificándolos de “infundados y engañosos”.

Destacó que existen políticas gubernamentales para proteger a los trabajadores y garantizar prácticas éticas.

La certificación del camarón y el modelo oculto de explotación laboral

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Un hallazgo fundamental del informe fue el papel que desempeñan los intermediarios al ocultar el origen del camarón, lo que permite a los supermercados occidentales mantener compromisos éticos sin necesariamente adherirse a ellos.

Según el informe, sólo alrededor de 1.000 de los 2 millones de granjas de camarones en Vietnam, Indonesia e India están certificadas por estándares reconocidos como el Aquaculture Stewardship Council o la ecoetiqueta Best Aquaculture Practices.

Dada esta disparidad, es imposible que las granjas certificadas suministren suficiente camarón para satisfacer la demanda de todos los supermercados que afirman comprar únicamente camarón de origen ético.

Esta brecha en la certificación permite que la explotación laboral persista en muchas partes de la industria.

¿Pueden los cambios de políticas ayudar a mejorar las condiciones laborales?

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Según Katrin Nakamura, autora del informe regional para Sustainability Incubator, los gobiernos occidentales podrían tomar medidas más agresivas para exigir responsabilidades a los minoristas.

En lugar de imponer aranceles a los proveedores, se podrían utilizar las leyes antimonopolio existentes para garantizar precios justos que no ejerzan una presión indebida sobre los productores.

Ella sostiene que tales cambios podrían proteger a los trabajadores y al mismo tiempo permitir precios competitivos para los consumidores.

En julio de 2024, la Unión Europea adoptó una directiva que exige que las empresas aborden cuestiones medioambientales y de derechos humanos en sus cadenas de suministro.

Además, funcionarios de Indonesia y Vietnam han colaborado con los autores del informe para explorar posibles soluciones.

El informe concluye señalando que la explotación laboral en la industria del camarón no se limita a empresas o países específicos.

Nakamura dijo:

Es el resultado de un modelo de negocio oculto que explota a las personas para obtener ganancias.

Mejorar las condiciones laborales no necesariamente aumentaría los precios para los consumidores, pero probablemente reduciría los márgenes de ganancia de los supermercados, añadió.

Este artículo se ha traducido del inglés con la ayuda de herramientas de IA, y después ha sido revisado y editado por un traductor local.

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