
Mientras los temores de recesión se apoderan de Wall Street, ¿podrán las políticas económicas de Trump evitar una desaceleración?
- Los aranceles de Trump provocan una venta masiva de acciones, aumentando los temores de recesión.
- Los economistas consideran que los aranceles frenan la demanda y alimentan la inflación.
- Los economistas consideran que los aranceles frenan la demanda y alimentan la inflación.
Un cambio drástico de sentimiento está barriendo Wall Street, a medida que los mercados bursátiles se desploman, la confianza del consumidor flaquea y los economistas recortan sus previsiones de crecimiento para el año.
El espectro de una posible recesión se cierne con fuerza, alimentado por la inquietud sobre las agresivas políticas comerciales del presidente Trump y su posible impacto en la economía estadounidense.
Este drástico cambio de fortuna representa una desviación significativa de hace apenas un mes, cuando los índices bursátiles se disparaban a máximos históricos y la confianza del consumidor estaba en aumento.
Muchos ejecutivos de empresas se mostraron optimistas de que Trump cumpliría sus promesas de recortes de impuestos y desregulación, lo que anticipaban que estimularía un crecimiento económico robusto.
Sin embargo, esas esperanzas se han visto frustradas, ya que Trump ha aplicado agresivamente aranceles —y amenazas de aranceles— contra los principales socios comerciales de Estados Unidos.
El martes, Trump intensificó el conflicto comercial al aumentar los impuestos a la importación de acero y aluminio de Canadá al 50%, frente al 25% anterior, en respuesta a la imposición de aranceles por parte de Ontario a la electricidad que envía a Estados Unidos.
La incertidumbre económica resultante ha sacudido los mercados financieros, y los analistas advierten de una posible fuga de capitales de Wall Street.
Crece la preocupación de que la política arancelaria vacilante de Trump pueda alimentar la inflación, interrumpir las cadenas de suministro y, en última instancia, empujar a la economía estadounidense a la recesión.
La incertidumbre generalizada ha llevado a muchas empresas a adoptar una postura más cautelosa, frenando las inversiones previstas y reduciendo sus previsiones financieras.
Delta Air Lines, Kohl’s y Walmart se encuentran entre las últimas empresas en unirse al coro de corporaciones que expresan su preocupación por el deterioro de las perspectivas económicas.
El índice bursátil Nasdaq, con un fuerte componente tecnológico, entró oficialmente en corrección la semana pasada, definida como una caída del 10% desde su máximo reciente, mientras que el índice más amplio S&P 500 se acercó a ese umbral en la sesión anterior.
Estos indicadores de mercado subrayan la creciente sensación de inquietud entre los inversores.
Perspectivas de los analistas: objetivos más bajos, riesgos más altos
Copy link to sectionReflejando las perspectivas cada vez más pesimistas, Goldman Sachs se convirtió recientemente en la primera gran correduría en reducir su objetivo para finales de 2025 para el índice S&P 500, disminuyéndolo de 6.500 a 6.200.
Al mismo tiempo, JPMorgan ahora estima una probabilidad de recesión de aproximadamente el 40%, un aumento notable con respecto al 30% que asignó a principios de año.
El economista de la Universidad de Harvard, Larry Summers, exsecretario del Tesoro de la administración Clinton, estimó recientemente las probabilidades de una recesión en un 50-50, destacando el impacto perjudicial de las políticas comerciales de Trump.
“Todo el énfasis en los aranceles y toda la ambigüedad e incertidumbre han enfriado la demanda y provocado un aumento de los precios”, publicó Summers en X.
Estamos sufriendo lo peor de ambos mundos: preocupaciones por la inflación y una recesión económica, además de una mayor incertidumbre sobre el futuro, lo que ralentiza todo.
Señales de recesión
Copy link to sectionSi bien las perspectivas económicas siguen siendo inciertas, se están vigilando de cerca varios indicadores para detectar posibles señales de una recesión inminente.
Una de esas señales es el rastreador de la economía en tiempo real que mantiene la sucursal de Atlanta de la Reserva Federal.
La semana pasada, este indicador mostró una fuerte desaceleración, proyectando que la economía estadounidense se contraerá a una tasa anual del 2,4% en los tres primeros meses de este año.
Si bien el indicador de la Reserva Federal de Atlanta no es técnicamente una previsión, proporciona una valiosa evaluación en tiempo real de la actividad económica.
La reciente lectura negativa se debió en gran medida a los datos comerciales que muestran un aumento de las importaciones en enero, probablemente reflejo de un intento de las empresas de adelantarse a la aplicación de aranceles.
La mayoría de los economistas siguen esperando que la economía estadounidense se expanda en el primer trimestre, aunque a un ritmo más lento.
JPMorgan, por ejemplo, prevé que el crecimiento se ralentizará hasta solo un 1% anual en el primer trimestre, frente al 2,3% del cuarto trimestre del año pasado.
La defensa de Trump: “un período de transición”
Copy link to sectionA pesar de las crecientes preocupaciones, Trump ha intentado minimizar los riesgos de recesión, describiendo cualquier posible desaceleración como un simple “período de transición” mientras sus políticas surten efecto.
Sin embargo, las recientes declaraciones de Trump, en las que se negó a descartar una recesión durante una entrevista el domingo en Fox News, parecen haber alimentado aún más la ansiedad del mercado.
“Odio predecir cosas así”, dijo Trump, antes de añadir: “Hay un periodo de transición, porque lo que estamos haciendo es muy grande… Lleva un poco de tiempo”.
Si bien algunos de los asesores económicos de Trump han desestimado las preocupaciones sobre una recesión y han expresado confianza en el crecimiento económico continuo, el tono general sigue siendo de cautela e incertidumbre.
Además de las políticas comerciales, otros factores también podrían afectar negativamente a la economía estadounidense.
El Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), dirigido por Elon Musk, está buscando activamente recortes en los empleos y el gasto del gobierno federal, lo que podría afectar la actividad económica.
Además, informes recientes de las principales aerolíneas comerciales indican una desaceleración en los viajes gubernamentales, lo que refleja una tendencia más amplia de reducción del gasto y la inversión en el sector público.
Delta Air Lines, por ejemplo, citó la disminución de la confianza de los consumidores y las empresas en medio de la incertidumbre económica generalizada como un factor clave que debilitó la demanda.
La última palabra.
Copy link to sectionSi bien diversos indicadores económicos ofrecen pistas sobre la salud de la economía, la declaración oficial de una recesión recae en la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER), un grupo de economistas cuyo Comité de Datación del Ciclo Económico define una recesión como “una disminución significativa de la actividad económica que se extiende por toda la economía y dura más de unos pocos meses”.
El comité considera una amplia gama de datos, incluyendo las tendencias de contratación, ingresos, empleo, gasto ajustado por inflación, ventas minoristas y producción industrial.
Sin embargo, el NBER normalmente no declara una recesión hasta mucho después de que haya comenzado, a veces hasta un año después de los hechos.
A medida que la economía estadounidense atraviesa este período de incertidumbre, los inversores, las empresas y los responsables políticos estarán atentos a cualquier señal de mayor debilidad y evaluarán cuidadosamente la posibilidad de que se produzca una recesión.
Los próximos meses serán cruciales para determinar si el presidente Trump puede dirigir con éxito la economía lejos del abismo y restaurar la confianza en su visión económica.
Este artículo se ha traducido del inglés con la ayuda de herramientas de IA, y después ha sido revisado y editado por un traductor local.