
Migración irregular en el Reino Unido: las narrativas deshumanizadoras alimentan una mentalidad de crisis, según un informe.
- Un nuevo estudio revela que la atención del Reino Unido a las travesías en pequeñas embarcaciones eclipsa las estancias irregulares con visado, alimentando una narrativa de crisis.
- Un estudio revela que los medios de comunicación y la retórica política deshumanizan a los migrantes, priorizando la aplicación de la ley sobre los derechos humanos.
- Los expertos piden un cambio hacia narrativas migratorias basadas en derechos en medio de políticas de disuasión arraigadas.
Una nueva investigación de la Universidad de Birmingham muestra que el discurso del Reino Unido sobre la migración irregular es un campo de batalla de cifras, estereotipos y maniobras políticas.
Titulado * La construcción narrativa de la irregularidad migratoria en el Reino Unido: representación y narrativas en los medios de comunicación, la política y la sociedad civil* , el estudio analiza cómo los medios de comunicación, los políticos y los grupos de defensa dan forma a las percepciones públicas y a las políticas sobre migración.
Basándose en un análisis exhaustivo de 5.987 artículos de prensa de los principales periódicos británicos ( The Guardian , The Times , The Daily Mail y The Daily Mirror ), 218 documentos políticos, incluyendo debates parlamentarios y manifiestos de partidos, y 611 textos de la sociedad civil, como informes de ONG, la investigación abarca el período de 2019 a 2023, un periodo marcado por las consecuencias del Brexit y el aumento del sentimiento antiinmigrante.
Los hallazgos pintan un panorama sombrío: la migración irregular se presenta como una crisis mediante estadísticas deshumanizadoras y un enfoque desproporcionado en las travesías en pequeñas embarcaciones, a pesar de que representan una minoría de las llegadas.
Este relato, según el estudio, deja de lado las realidades humanas de la vida de los migrantes, consolida políticas de disuasión como las deportaciones y el procesamiento en el extranjero, y sesga el debate hacia la seguridad en detrimento de los derechos.
A medida que el Reino Unido define su identidad y sus necesidades económicas, este análisis explora cómo arraigan estas narrativas, por qué perduran y sus implicaciones más amplias.
Cómo los números alimentan la narrativa de la crisis migratoria
Copy link to sectionLas estadísticas dominan la conversación sobre migración, con los medios de comunicación y los políticos obsesionados con las cifras para retratar un sistema desbordado.
El Dr. Stefano Piemontese, autor del informe de la Universidad de Birmingham, explica:
Esta fijación numérica no solo despoja a la migración de sus realidades humanas, reduciendo a las personas a meros elementos en los procesos logísticos de cruces y deportaciones. También crea una ilusión de mensurabilidad y control en la opinión pública, especialmente para un fenómeno que durante mucho tiempo se ha presentado como necesitado de una mayor regulación, proporcionando a la retórica antiinmigración puntos de referencia con los que medir las promesas políticas.
El estudio destaca cómo este enfoque deshumaniza a los migrantes, particularmente a los hombres, que a menudo son representados como masas sin rostro en lugar de individuos con historias.
Los hombres migrantes suelen ser representados como jóvenes, solteros y racializados —un estereotipo que los presenta como posibles amenazas a la seguridad—, mientras que las mujeres son retratadas como madres vulnerables o víctimas de trata.
Esta perspectiva de género, reforzada en los 5.987 artículos analizados, amplifica la sensación de amenaza por encima de la empatía.
Las pequeñas embarcaciones eclipsan las realidades estructurales.
Copy link to sectionLa investigación revela un énfasis abrumador en los cruces en pequeñas embarcaciones por el Canal de la Mancha, a pesar de que estos representan solo una minoría de las llegadas irregulares.
La mayoría de los migrantes irregulares entran o permanecen en el Reino Unido mediante la superación del plazo de visado, obstáculos burocráticos o cambios de política, vías que reciben mucha menos atención.
El profesor Nando Sigona, catedrático de Migración Internacional y Desplazamiento Forzoso de la Universidad de Birmingham y coordinador del estudio I-CLAIM, señala:
Al enmarcar la migración principalmente como un problema de control fronterizo, el debate se sesga hacia las preocupaciones de seguridad en lugar de abordar los derechos, las contribuciones y la integración a largo plazo de los migrantes.
Este enfoque desproporcionado alimenta una mentalidad de crisis.
El análisis de documentos políticos y medios de comunicación realizado en el estudio muestra que las llegadas de embarcaciones dominaron los titulares y los debates, justificando medidas restrictivas como la Ley de Migración Ilegal de 2023 y los planes de deportación a Ruanda, que se encuentran estancados.
El resultado es una narrativa pública que ignora las causas estructurales —como los largos procesos de tramitación de visados o las vías legales restrictivas— en favor de las respuestas de emergencia.
Retórica política: ¿criminales o víctimas?
Copy link to sectionLos políticos elaboran una narrativa dual, presentando a los migrantes irregulares como criminales y víctimas a la vez, un enfoque que sirve a múltiples propósitos.
El estudio concluye que el discurso político, a lo largo de 218 documentos, oscila entre estos polos.
Los migrantes irregulares son etiquetados como amenazas, justificando políticas duras, al tiempo que también se les presenta como víctimas de las redes de tráfico de personas, lo que permite a los gobiernos alegar una intención humanitaria.
Piemontese observa,
Este doble enfoque permite a los gobiernos posicionarse como duros con la migración y humanitarios en sus intervenciones, particularmente a través de políticas basadas en la disuasión como las deportaciones y el procesamiento en el extranjero.
Esta retórica instrumentaliza la “migración ilegal” para reforzar las medidas restrictivas.
El estudio observa cómo las narrativas políticas separan a los migrantes “ilegales” de los “legales” o “cualificados”, utilizando nociones de merecimiento y deseabilidad.
La retórica conservadora a menudo combina la disuasión —como las restricciones de visado— con una apertura selectiva a los trabajadores “deseables”, protegiendo a los migrantes cualificados de las reacciones negativas mientras se vilipendia a otros.
Este enfoque socava los derechos de asilo al equiparar a los refugiados con delincuentes, desviando la atención pública de la compasión al control.
Los medios de comunicación reflejan las líneas del gobierno.
Copy link to sectionLos medios de comunicación, incluso los de tendencia liberal, a menudo amplifican la retórica gubernamental.
El estudio de la Universidad de Birmingham descubrió que, en los 5.987 artículos de The Guardian , The Times , The Daily Mail y The Daily Mirror , los temas de los cruces en pequeñas embarcaciones y la aplicación de la ley eclipsaron los derechos o las causas estructurales.
Periódicos de izquierda como The Guardian y The Daily Mirror a menudo se hacían eco de las prioridades del Estado, mientras que The Daily Mail se inclinaba fuertemente por el enfoque de la seguridad, utilizando a menudo términos deshumanizantes.
El Times ofreció una mezcla de reportajes sobre la crisis y críticas a las políticas, pero siguió operando dentro de la narrativa de la aplicación de la ley.
“Incluso las voces críticas quedan atrapadas”, dice Sigona.
Los medios de comunicación no solo informan, sino que reproducen la lógica del Estado.
Esta cámara de eco moldea la percepción pública. Las encuestas muestran que los británicos sobreestiman el número de migrantes irregulares y los vinculan con la delincuencia, a pesar de las pruebas que demuestran lo contrario.
La narrativa alternativa limitada de la sociedad civil
Copy link to sectionLos grupos de la sociedad civil —representados en 611 textos de ONG, organismos de defensa e instituciones de investigación— se oponen, destacando los derechos y las contribuciones de los migrantes.
Sin embargo, sus esfuerzos a menudo responden a los marcos de referencia del gobierno y los medios de comunicación, en lugar de establecer una nueva agenda.
El estudio concluye que prevalecen los argumentos económicos y humanitarios, pero rara vez se cuestiona el marco subyacente de la “merecimiento”.
“Están acorralados”, dice Piemontese.
Los defensores argumentan dentro de una lógica centrada en el Estado —”los migrantes son buenos para nosotros”— en lugar de cuestionar por qué los derechos dependen de la utilidad.
Esta postura reactiva limita su capacidad para replantear el debate.
La narrativa migratoria actual tiene raíces profundas. La Ley de Inmigración de 1971 vinculó la entrada al valor económico, mientras que la Ley de Asilo e Inmigración de 1999 endureció las normas de asilo.
El Brexit amplificó esto, con el sistema de puntos de 2020 que favorecía a los migrantes “cualificados” sobre otros.
Históricamente, los trabajadores nacidos en el extranjero reconstruyeron la Gran Bretaña de posguerra y hoy sostienen sectores como el sanitario; sin embargo, la conveniencia política utiliza la irregularidad como chivo expiatorio.
Impacto y alternativas
Copy link to sectionLas consecuencias son profundas.
Las narrativas deshumanizadoras erosionan la compasión pública, mientras que las políticas agotan los recursos; las deportaciones de Ruanda, por ejemplo, siguen siendo costosas e incumplidas.
Los migrantes se enfrentan a una situación de limbo, con miles de personas esperando decisiones sobre asilo en condiciones precarias.
Sigona pide un cambio:
“En lugar de tratar la migración irregular como un ‘problema que resolver’, sugerimos un cambio hacia narrativas que reconozcan la migración como un fenómeno natural e histórico que requiere un enfoque centrado en las personas y basado en los derechos.”
Esto significa abordar los retrasos en la tramitación de visados y las vías legales, no solo reforzar las fronteras.
El espejo de una nación
Copy link to sectionEl estudio de Birmingham refleja la lucha del Reino Unido con su identidad.
La migración irregular, una pequeña fracción de las entradas, ocupa un lugar destacado en la psique pública: una crisis construida a base de cifras, barcos y miedo.
“Es una trampa narrativa”, dice Piemontese, “sostenida por los medios de comunicación y la política”.
A medida que estas voces dominan y la sociedad civil lucha, el coste humano aumenta: derechos restringidos, vidas paralizadas.
Cambiar esta narrativa requiere ver a los migrantes como individuos, no como amenazas, un cambio que el Reino Unido aún no ha realizado.
Este artículo se ha traducido del inglés con la ayuda de herramientas de IA, y después ha sido revisado y editado por un traductor local.