ING prevé una “prueba de resistencia” entre EE. UU. y China en medio de una tensa guerra comercial.

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Written on Apr 10, 2025
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  • Trump revirtió la mayoría de los aranceles globales, pero aumentó los aranceles a las importaciones chinas, escalando las tensiones.
  • ING destaca un "choque cultural" en los estilos de negociación como un factor clave que exacerba las tensiones entre EE. UU. y China.
  • A pesar de la escalada, ambas partes han manifestado su preferencia por las negociaciones.

El inesperado anuncio del presidente Trump de revertir los aranceles a nivel mundial, con excepción de China, siguió a un período de incertidumbre en el mercado y fluctuaciones dramáticas.

La escalada de la guerra comercial con China, caracterizada por una serie de aumentos arancelarios recíprocos, ha entrado ahora en una fase crítica, según el Grupo ING.

Los mercados globales y los líderes europeos preocupados sintieron alivio cuando el miércoles el presidente estadounidense Donald Trump tomó la sorprendente decisión de suspender la mayoría de los sustanciales aranceles que había impuesto recientemente a numerosos países.

Trump suspendió los aranceles recíprocos a los socios comerciales durante 90 días, con la excepción de China.

El enfrentamiento comercial entre Estados Unidos y China se intensificó cuando Trump elevó los aranceles a las importaciones chinas del 104% al 125% el miércoles.

Tras la ofensiva arancelaria de Trump, Pekín podría volver a tomar represalias imponiendo aranceles adicionales a las importaciones estadounidenses, replicando el aumento arancelario anterior.

“El retroceso de Trump en los aranceles globales, pero la escalada de los aranceles a China, a primera vista parece un mal desarrollo para China, ya que una brecha arancelaria más amplia entre las tasas impuestas a China y al resto del mundo, en teoría, debería aumentar la cantidad de productos sustitutivos viables”, dijo Lynn Song, economista jefe para China en ING Group, en un informe.

La perspectiva de China

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Sin embargo, a pesar de estas rápidas escaladas, nuestra opinión es que China ha evitado el peor escenario posible.

Según Song, el peor escenario sería aquel en el que Estados Unidos utilizara las amenazas arancelarias para coaccionar a otros países a tomar medidas arancelarias coordinadas contra China.

Muchos países inicialmente intentaron negociar con EE. UU. tras el anuncio de los aranceles, pero la respuesta formal de la UE indicó que la comunidad global no se rendiría sin más.

Algunos observadores del mercado especularon que las últimas rondas de aranceles marcan un punto de no retorno para el desacoplamiento entre Estados Unidos y China.

No se cree que sea así; ambas partes han señalado, en mayor o menor medida, que preferirían negociar, pero el problema es que ninguna de las dos quiere ser vista como la que cede.

Song dijo:

Nuestra opinión es que existe un cierto choque cultural que exacerba aún más la fricción.

Los aranceles del “Día de la Liberación” de Trump fueron una táctica de negociación, utilizando una oferta inicial agresiva para obligar a los países a negociar.

Los comentarios del secretario del Tesoro estadounidense, Bessent, desaconsejaron las represalias y fomentaron el diálogo.

Sin embargo, según Song, este enfoque puede no funcionar bien en China, donde el respeto mutuo y el salvar las apariencias son cruciales en las negociaciones.

Dinámica de la negociación y choque cultural

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Las crecientes tensiones comerciales entre Estados Unidos y China se han visto alimentadas principalmente por la decisión unilateral de Trump de imponer aumentos arancelarios y su persistente retórica anti-China, que han erigido barreras efectivas a cualquier negociación potencial.

Además, el enfoque despectivo y antagónico adoptado por Estados Unidos hacia los países que han intentado iniciar negociaciones este año sin duda ha desanimado a China a participar en cualquier diálogo significativo, según ING.

La falta de respeto y consideración mostrada hacia otras naciones durante las negociaciones comerciales ha reforzado aún más la aprensión de China a entablar conversaciones similares.

En consecuencia, las perspectivas de una resolución rápida y amistosa de la guerra comercial en curso parecen cada vez más sombrías.

“En este momento, la política parece estar claramente superando a la economía, por lo que nadie puede decir con certeza cuándo y cómo podrían reanudarse las conversaciones, pero por ahora parece que los responsables políticos están dispuestos a poner a prueba la teoría económica para ver quién siente finalmente el dolor y quién tiene la ventaja cuando se reanuden las conversaciones”, añadió Song.

Este artículo se ha traducido del inglés con la ayuda de herramientas de IA, y después ha sido revisado y editado por un traductor local.